¡Hola a todos! Un día más volvemos con la sección «a vueltas con la nutrición deportiva» de la mano de nuestra nutricionista Ana Galán Maldonado. ¡Os dejamos con ella!

¡Hola a todos!
Hoy estamos de vuelta para hablaros de la grasa, ni más ni menos; y por supuesto de la conocida como “grasa buena”.
Aquella que forma parte de cada una de nuestras células y que tiene un papel fundamental en el buen funcionamiento del cuerpo humano.
Su implicación está más que demostrada en el buen estado de la salud cardiovascular, disminuye el riesgo de depresión, mejora y mantiene la calidad de la visión, mantiene el buen funcionamiento cerebral, disminuye la inflamación…

Cuando hablamos de “grasa buena” estamos hablando de ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados.

Estos ácidos grasos son esenciales pero no pueden ser sintetizados por nuestro cuerpo por lo que es imprescindible incluirlos en la dieta.
Uno de los grupos más importantes y conocidos son los ácidos grasos omega 3; EPA y DHA, ácidos grasos de cadena larga presentes en pescados grasos, aceites de pescados y algunas algas. Como, por ejemplo: trucha, salmón, sardina, caballa…

En alimentos de origen vegetal encontramos otro ácido graso omega 3 de cadena más corta, el ALA (ácido alfa-linolénico) presente en las nueces, el lino o la chía.

Por supuesto no podemos olvidar el aceite de oliva, uno de los alimentos de origen español con numerosos beneficios para la salud. Aporta principalmente ácido oleico con multitud de beneficios pero con una potente función antioxidante.
Debemos recordar que el aporte de grasa dentro de la dieta equilibrada debe ser el 30% de las calorías totales, por lo su consumo habitual es necesario para un estado óptimo de salud.
Como siempre hacer una buena elección de alimentos nos ayudará a dar un “buen chute” de energía.

¡Hasta aquí por hoy! Esperamos que os haya gustado. Ya sabéis que podéis dejarnos comentarios y, con mucho gusto os responderemos. ¡Buen día!